Conmemoraciones +1

Estándar

Como mala (pésima) costumbre, «Bella horrida bella» está descuidada, abandonada. Y aunque hay múltiples razones de peso para que esto pase -las mismas de siempre-, no son motivo para tenerla en este miserable abandono. en primer lugar, porque ese no era el objetivo de este espacio y en segunda instancia, porque las entradas que no se escriben son como los tackles que no se hicieron, los strikes que no se batearon, las fotos que no se tomaron, los besos que no se dieron… En resumidas cuentas, cargos de conciencia.

Por esta razón, este blog se reactiva el día 13 del mes 12 del año 14, con 12 conmemoraciones o aniversarios históricos, que se debieron celebrar en el 2013, pero solo se escribieron y escogieron hasta finales del 2014. hay algunas fundamentales, varias que seguramente no serán tan conocidas y otras que serán puro capricho de quien estas líneas escribe, pero todas a su manera y segun desde donde se mire, son importantes. Sin más preámbulos, las seis primeras:

1) 447 a.C.  2460 años del Partenón de Atenas

El templo más importante de la Acrópolis ateniense, el símbolo de una época a la que la civilización occidental siempre ha querido volver empezó a construirse bajo la batuta (escuadra) del arquitecto Fidias, el patrocinio de Pericles y los lindos y gentiles recaudadores atenienses de la liga de Delos: El Partenón, la casa de la siempre virgen, siempre armada y siempre sabia Atenea Parthenos representa ese ejemplo al que siempre se vuelve, al que cada momento histórico quiere regresar. Desde los romanos con la elevación del Panteón de Agripa, los hombres del  renacimiento con el culto a lo clásico y su aplicación a cada aspecto de la vida, la ilustración con su derivación artística y arquitectónica del neoclasicismo y la mitad de los capitolios del mundo, en gran parte gracias a la influencia estadounidense, ven en el Partenón su reflejo como sociedad, como copia de un genial experimento como lo fue la grecia clásica. Y este templo es eso, fiel reflejo de esa antigua sociedad, condensadora de tantos saberes actuales, como reflejo del mismo paso del tiempo. De templo pagano a basílica bizantina, de mezquita otomana a polvorín, el Partenón sobrevive sobre las alturas de Atenas, mutilado y ciego, con su friso en Londres y sus riquezas saqueadas, pero impoluto y con la compostura de las maravillas antiguas hechas por el hombre.

El Partenón de la Acrópolis ateniense, con su friso y sus colores originales.

2) 613. 1400 años de la muerte de Bruneguilda

Este es un certero ejemplo para todos aquellos que aun piensan que en la Edad Media las mujeres eran a duras penas ceros a la izquierda, incluso cuando en la Europa altomedieval el cero ni siquiera existía. Esta tierna princesa visigoda es el vivo ejemplo de por qué la gente y hablando desde la experiencia,  los mismos historiadores le huyen con pavor a la historia medieval. Bruneguilda vivía en un mundo en  donde lo enredado del nombre era directamente proporcional a lo enredado del clima político. Hija del rey Atanaguildo de Hispania, casó a los 22 años con Segisberto I de Austrasia (lo que hoy sería el norte de Francia y Bélgica y otros lugares). recién cambiada de fe, del arrianismo al catolicismo y de dinastía, de la visigoda a la merovingia, Bruneguilda entraría en el simpático juego del asesinato como método político institucional, esta reina, junto con su archienemiga, la reina de Neustria, Fredegunda nunca se untaron (o trataron de nunca hacerlo) un solo dedo de sangre, pero bajo sus reales y francos mantos corrían cascadas literales de sangre. Conspiración, asesinato, envenenamiento, apuñalamiento o tortura, eran palabras comunes en el vocabulario de estas bellas e inmaculadas damas medievales, que bajo esos ríos de sangre, forjaron el reino franco hasta ser ambas venerables reinas madres. Cabe resaltar que este tipo de conductas era una obligación moral en la Francia merovingia, y que fueron tantas las venganzas,ardides  y triquiñuelas de estas damas, que a veces no se sabía quien había mandado matar a quien, y lo más sano era pensar que ambas tenían en parte la culpa, como con la muerte del rey Chilperico en 584. Al final, la reina medieval que pondría a cualquier personaje de Game of Thrones en ridículo, murió a la avanzada edad de 70 años -que con ese tumulto de muertes y esa calidad de vida es todo un logro- triacionada, abanadonada, acusada de cantidades industriales de muertes de nobles y reyes, y amarrada a 4 caballos que la desmembraron sin dilación.

Ejecución de Bruneguilda por Clotario II en 613.

3) 1453. 660 años de la caída de Constantinopla

Ahora llega una vieja conocida. Este hecho es clave, crucial, no solo porque fue una patada voladora en la cara a eso que se denominaba «cristiandad» y luego sería Europa, sino porque asentó definitivamente un poder político, social y cultural que mantendría al Medio Oriente unido hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Bizancio, Constantinopla, el dique iluminado, la nueva Roma, una ciudad de 500.000 habitantes, con alcantarillado, iluminación pública y recolección de basuras cuando París y Londres eran aldeas de chozas caía en manos «infieles». Ese 29 de mayo de 1453, ese día, las cosas cambiaron, los barcos andaban por la tierra y las murallas que habían soportado más de mil años, sucumbieron. Constantinopla sigue presente, sigue queriendo ser vengada, muchos la siguen llamando así, aunque ahora sea Istambul, la ciudad de la luz, otro tesoro con su propia historia. pero en su momento, y en muchos momentos antes y después, la única ciudad que está en dos continentes tenía entre sus calles y murallas el devenir de la historia del mundo. Mehmet II, que se jugaba la suerte de su boyante imperio a sus puertas, y Constantino XII, quien cargaba con los errores de sus antepasados intentando cerrar las mismas representan la humanización de dos mundos distintos, que han convivido siempre, pero en el que alguno tiene que ceder, así sea por siglos o milenios.

La caída de Constantinopla, ilustración de Jose Daniel Cabrera Peña

4) 1513. 500 años del mapamundi de  Piri Reis y del avistamiento del Pacífico por  Vasco Nuñez de Balboa

Ese mundo que se dividía cada vez más luego de la toma de Constantinopla empezaba a abrirse, a crecer. Es el momento en el que ese mundo se va a encontrar con otros iguales de viejos, de guerreros y de avanzados cada cual a su propio estilo. Época de grandes viajeros, de gente que intentaba abrir su cerebro y su visión para que cupiera una tierra distinta y más grande hacia todas las direcciones. Vasco Nuñez de Balboa, como buen español venido a estas frondosas y americanas tierras, esa visión se le llenó de dorado al ver lo que los habitantes originarios del continente llevaban de atuendo, apropiándose de esto, como costumbre de la época, de la peor manera posible. Un nativo, para tratar de salvar su pellejo por un poco más de tiempo, le mostró el mar del Sur, el océano Pacífico -que de pacífico más bien poco- dando inicio a una fantástica historia de mapas, viajes y compras, con galeón de Manila y canal de Panamá incluidos. Piri Reis, corsario por profesión , cartógrafo por decisión, navegaba las aguas del Mediterráneo y del mar Rojo conociendo puertos, costas y arcas de las galeras cristianas, hasta el día en que en esos encuentros tomó prestados una copia del diario de un navegante genovés con nombre de paloma que había «descubierto» nuevas tierras hacia el oeste. De esta nueva adquisición y de años de estudio salio el «Libro de los Mares» y  un mapa gigante dedicado a su barbada y otomana majestad, Solimán el Magnífico, del cual sobrevive sólo un excelso pedazo que muestra las costas del Atlántico a la perfección, y que Piri Reis nunca vio en persona. Lo curioso es que estos hechos en estas oscuras tierras del valle de los Alcázares si tuvieron una importante aunque poco difundida repercusión, con una exposición temporal en el archivo de Bogotá (http://www.archivobogota.gov.co/exposicion-pacifico-espa%C3%B1a-y-la-aventura-de-la-mar-del-sur-galeria-de-fotos) de una museografía impecable. Y otra más pequeña pero igual de potente por sus conferencias de apoyo, en la biblioteca Luis Angel Arango y dedicada a la obra de Piri Reis (http://www.banrepcultural.org/bogot/evento/piri-reis-cartograf-turca-del-nuevo-mundo).

El soberbio mapa de Piri Reis

 

5) 1543. 470 de la publicación de De humani corporis fabrica de Andrea Vesalio y De Revolutionibus Orbium Celestium de Nicolás Copérnico

Fantástico año. El renacimiento como fenómeno global entraba a su fase final y tiene en estas publicaciones dos de sus aportes más potentes. La ciencia no será nunca tan rimbombante y marcada como el arte, es cierto, «El David» o «La última cena» son mil veces más conocidos que De humani corporis, pero no por eso menos importantes. Estas dos publicaciones buscaban en contextos y espacios distintos un objetivo común de la sociedad renacentista, mirar más allá. Más allá del cielo y el movimiento de los entes que en el están, y  más allá de la piel y de lo que pasa en lo que ella contiene. Copérnico, sacerdote polaco, escribió esta obra sobre mecánica celeste que derrumbaba cualquier planteamiento basado en argumentos bíblicos sobre el lugar y el movimiento de la tierra en el universo (y eso que iba dedicada al papa Pablo III) sus postulados eran tan polémicos en su momento solo se publicó este libro hasta la muerte de su autor y permaneció exiliado y prohibido de las cátedras de las universidades europeas (que pululaban de sabios) por casi un siglo, y todo por decir que la tierra giraba alrededor del sol. La obra de Vesalio tuvo mejor suerte en sus días, exploraba un mundo igualmente vetado por la religión, la moral y las costumbres de la época, pues exploraba el interior del cuerpo humano de la única manera posible en el siglo XVI: robando cadáveres. Este libro además de ser un enorme compendio de anatomía humana tiene las xilografías más dedicadas y mejor logradas de este periodo histórico y es un punto de quiebre en la historia de la medicina como tal, este es el punto de partida para descubrir la circulación de la sangre, rebatir la teoría humoral y muchas cosas más. Es así como en el mismo año, a dos escalas totalmente distintas, los seres humanos empezaron a develarse una explicación del mundo desligada de un sistema de creencias, rompiendo esquemas, yendo en contra de la opinión asentada y experimentando, cometiendo errores e intentándolo nuevamente hasta darle paso a algo llamado «ciencia»

Portada del » De humani corporis fabrica»

6) 1683.  330 años de la batalla de Kahlenberg

Esta batalla, al igual que las de Poitiers o Lepanto, podrían resumirse en algo así como «estuvimos a un pelo de que toda la cristiandad se fuera al carajo, pero como no pasó, vamos a vanagloriarnos los próximos 500 años de cómo nos salvamos y a decir que muy probablemente haya sido por la intervención divina». Los turcos, en su ánimo de expanderse por Europa estaba con todos sus cañones, sus jenízaros y sus carpas con un pie en Viena, a punto de empezar un efecto dominó que llegaría mínimo a París. Pero la divina providencia se vistió de polaco con plumas a la espalda y barrió, trapeó y biruteó el campamento otomano con una carga de caballería de los famosos y brillantes húsares alados, salvándoles el día además a los tercos comandantes vieneses y del Sacro Imperio. La importancia de esta batalla está en el punto de inflexión que nunca fue. Porque aunque los ejércitos del sultán rondarían los Balcanes y las puertas de Viena  por otros 300 años, nunca pasarían de las mismas, y si no es por la intervencion de Juan Sobieski, rey de Polonia y su formidable caballería, la balanza de poderes en Europa hubiera cambiado radicalmente. Polonia salvaba a la cristiandad y esta le pagará con siglos de despojo y desmembramiento de su territorio, así mismo, en las puertas de Viena, el imperio Otomano empezaba a enfermarse, quedaba demostrado que ya no era la máquina de guerra de Solimán II, Selim III o Mehmet II.

Húsares alados polacos a la carga, reconstrucción histórica.

 

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